Blog personal anti-stress...


lunes, octubre 01, 2007

Visión de negocio

El sábado pasado me pasó algo increible. Os pongo en situación. Madrid, 3 de la mañana del sábado 29 de septiembre. 4 personas, 2 chicas de 20 años (una prima mía, y una amiga), mi novia (treintaytantos) y un servidor (treitaytantos también). Lugar: Puerta de un garito en Madrid, Star Café (Antiguo Chesterfield Café), en la calle Serrano Jover, 5. Garito del que por casualidad me he convertido en asíduo los últimos meses...

Hemos ido hasta allí a propósito porque mi prima vive en Rosales, y así estamos al lado. Hacemos cola, todo normal, aunque yo algo preocupado porque mi prima y la amiga van en zapatillas... Tres chicos, delante de nosotros en la cola, discutiendo con el de la puerta. Les piden los DNI's. Y pienso "Joder, si estos tíos son mayores de edad, se ve a la legua que por lo menos tienen 25 años..."... No les dejan pasar "Irán borrachos", pensé yo.

Nuestro turno. "Buenas noches, ¿Podemos pasar?". "No, me temo que no. Es que los dueños quieren un tipo de público muy particular en esta sala" - yo pensando "Mierda, las zapatillas de las niñas" - "gente joven, de entre 18 y 21 años...".. Espera un momento. A ver. ¿¿Me estás diciendo que cuando por fin tengo edad para que no me pidan el carné, por fin dejo atrás mi época de zapatillas y camisetas y paso a la de zapato, camisa y chaqueta de sport, vas y me dices que no puedo entrar porque SOY DEMASIADO MAYOR???? "Además quieren que vayan así, pijitos, con su camisa y tal"... Es decir, mi prima y la amiga tampoco entran... "Si no mira todos estos que están de la boda aquí fuera y no pueden entrar..." Cierto, como 20 personas, bien arregladitas, en la puerta, apoyados en el coche, con cara de mala leche... Que digo yo, imagínate los novios diciendo "Lo celebramos en el hotel ese que está al lado del Chesterfield Café y así luego hay copas"... Menuda putada. Yo me di la vuelta y dije "No necesito oir nada más". Mi novia se quedó intentando poner cara de ángel y ver si colaba... pero no.

Y digo yo... ¿Quién ha sido el lumbreras que ha decidido que en su garito (un antro, por cierto, pero por localización nos venía bien) sólo entran pijos de 18 a 21? Porque si eso fuese de 8 a 12 de la noche lo podría entender... ¿Pero a las 3 de la mañana? ¿Con una boda en la puerta? Señor mío, ¿Quienes son los que gastan pasta en copas? ¿Los pijos de 18 años o los de 30?. A las 3 de la mañana al niño se le ha acabado ya la asignación semanal...

Pero bueno, lección aprendida. No vuelvo nunca a ese local, que eso de que unos días te dejen entrar, y otros no, a conveniencia del dueño en lugar de la del cliente, como que no me va. Y espero que todos los que conozco que iban al Chesterfield hagan lo mismo. Y que lo conviertan en una guardería. Eso si, pija, pija...