La goma de la muerte

Pues nada, que esta mañana, por la calle, he pisado un chicle. Lo malo no ha sido eso, es que no me he dado cuenta, y al llegar a la oficina y sentarme, el chicle se ha aferrado a la moqueta, y una de las veces que he cruzado las piernas el chicle se ha estirado entre la moqueta y mi zapato pasando por la pernera de mi pantalón...

Gracias a Dios no ha llegado a pegarse, porque hoy estreno traje, asi que me habría hecho una gracia de la ostia. Asi que desde mi blog antistress ME CAGO EN TODOS LOS CERDOS DE MIERDA QUE TIRAN EL CHICLE AL SUELO.