ONO y el buen hacer
Se que este es un blog anti-stress y que su finalidad es desestresarme cuando alguien me toca las narices. Me parece una forma más elegante que asomarme a la ventana y liarme a gritos. Pero también es cierto que si hay veces que he puesto a parir a ciertas compañías de servicio, como por ejemplo Timofónica, hay veces en que otras te dejan A-NO-NA-DA-DO, asi que, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.
Resulta que he comprado un piso al que me tralsadaré a vivir en cosa de un mes. Siendo previsor decidí dar de alta el teléfono, internet y cable para cuando estuviese allí. Calculé más o menos un mes, para que me diera tiempo a hacer el traslado. Llamé para darme de alta en ONO con todos los servicios, y este es el timing:
- Lunes 8 de mayo, 11:30 (aprox): Llamada a ONO para darme de alta.
- Martes 9 de mayo, 13:30 (aprox): Llamada de ONO para decirme que al día siguiente iban los técnicos a las 9 de la mañana.
- Miércoles 10 de mayo 9:05: Llegada de los técnicos a mi piso.
- Miércoles 10 de mayo 10.25: Finalización de la instalación.
Pero bueno, no todo puede salir perfecto, y desde luego prefiero fliparlo de forma positiva a fliparlo de forma negativa, asi que OLE CON OLE por ONO.
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