El ruidito de los cojoncitos

Yo entiendo que a estas alturas de la película no se utilicen ya las podadoras manuales, esas que parecen unas tijeras de castrar elefantes, porque sinceramente, la tecnología está para aplicarla. Y lo dice un tecnólogo, que yo como de esto, aunque realmente la jardinería no sea el sector en el que estoy involucrado.

Entiendo también que la actuales normas municipales de esta nuestra querida ciudad de Madrid indican que a partir de las 8 de la mañana, en día laborable, se pueden realizar actividades ruidosas.

También entiendo que los jardines de esta nuestra querida ciudad no se cuidan sólos, y que tiene que haber un batallón de jardineros para arreglar setos, jardines, flores, árboles y demás elementos de decoración vegetal.

Ahora, esa especie de aparato infernal que usan hoy en día para podar los setos, que es como una mezcla entre motosierra, espada laser y cadena de tanque, pues mira, podían usarlo a una hora un poco más decente, porque yo tengo la suerte de levantarme a las 8.30 de la mañana para ir a trabajar, y el que a las 8.10 te saquen de la cama pensando que te van a talar un puto árbol encima de la cama pues como que no sienta nada bien... Y es que mi ventana cuelga encima de un maravilloso seto municipal...

Asi que ¿Sabes lo que te digo? Que con la tijerita tardarían más, pero al menos no te enterabas... No te digo yo por dónde le metía la maquinita a nuestro queridísimo alcalde... y luego la arrancaba, claro.