
He estado este puente en Barcelona - que ya era hora - y aunque sólo iba a estar un día tenía muy claro las dos cosas que quería ver:
La Sagrada Familia de Gaudí y la Torre Mapfre (Si, soy así de raro). La Torre una pasada, de esa no tengo queja, pero vamos, de La Sagrada Familia... buffff...
Si, si, que a mi me parece muy bien, que la Sagrada Familia es la
obra cumbre de Gaudí y el
emblema de Barcelona, y blah blah blah, pero vamos, no me jodas, ¿8 euros para ver andamios?
Amos, anda ya. Y yo que entro todo convencido - inculto de mi - apagando el móvil según entraba por la puerta (ya sabéis, entras en lugar de oración, y tal, pues por no molestar...) y me encuentro un andamio de
30 metros de altura por 20 de ancho, ocupando casi todo el espacio.
¿Que se supone que es eso? ¿
Una catedral? ¿Una iglesia? ¿Una cagada? Pero coño, si hay máquinas de vending y todo (que me vinieron que te cagas, dicho sea de paso, porque no había desayunado). Y estaba a rebosar. ¿Y cada una de esas almas ha pagado 8 euros? ¿Y con toda la gente que viene y paga
aún no la han terminado? Venga, ni de coña, nos están tomando el pelo.
Porque yo no se a dónde irá a parar el dinero que paga la peña por entrar a ver una pila de andamios, pero desde luego a terminar La Sagrada Familia
no creo que sea. Y además, coño, que pegotes, cada parte de una época. Que si, que yo seré un burro y un cafre y es que no se de arte y no entiendo, pero desde luego,
Gaudí para los catalanes.
Eso si, el resto de lo que vi de Barcelona una pasada, para que conste.